NUMERO DOS
DAVID FOENKINOS
El número uno significa: líder, estrella, brillante, un referente, un modelo a seguir, un extraordinario.
El número dos
significa: segundón, casi casi, apunto estuve de llegar …
Eso le pasa a nuestro querido personaje Martín Hill. Quedó
segundo en la elección de un actor para la película de Harry Potter. A este
niño con 10 años, le pusieron delante una bandeja de pasteles, la ilusión era
tan grande, cuando se percató que los pasteles no eran para él; ese momento tan
infeliz de su vida, le perseguiría a lo largo de toda su vida.
Esto marcaría la vida de Martín Hill de una manera, que
viviría durante toda su vida, la vida que hubiera querido vivir siendo Harry
Potter, pero realmente no era Harry Potter, era Martín Hill con una depresión
tan honda y duradera, que llego a
mimetizar su vida con la de Harry Potter.
Se quedó huérfano de padre muy temprano y su padrastro actuó
como los tíos de Harry Potter en la novela acosándole y maltratándole, con lo
que Martín Hill vivió en su propia carne lo que Harry Potter vivía en la novela,
somatizando todo el porvenir en un fracaso tremendo.
Esta novela no trata de Harry Potter sino de un niño que fue
segundón, trata del trauma tan grande que produce un fracaso, precedido de una
gran ilusión, a una edad tan temprana.
¿Quién no ha soñado alguna vez con ser rico, con pasear
sobre la alfombra roja como los actores famosos, con ser el protagonista de una
película, con la fama? Pero Martin Hill nunca había soñado con nada. Era un niño,
no había tenido tiempo de conocer estos sueños. Pero las casualidades hicieron que,
por su físico, se parecía mucho a Harry Potter, se presentara a un casting y
quedó segundo después de hacerle tener ilusiones con algo que él no conocía.
Psicológicamente hundido, intenta varias veces salir del pozo, pero siempre hay
un libro, un tráiler, una noticia, que le recuerda el mal trago que pasó.
Martín se volverá una persona insociable. La única manera de
combatir ese fracaso es no saber nada de la novela, de la película, retraerse,
no ir ni a librerías, ni a cines y no tener contacto con toda la juventud que
se vuelven locos con esa gran obra conocida mundialmente.
Desgraciadamente no será una novela sola, serán seis novelas,
con seis películas a lo largo de todos los años de su adolescencia lo que no le
permite desarrollarse como una persona social. Se mueve escondido en su
caparazón como una tortuga y pasará toda su vida intentando eludir cualquier
tema relacionado con su fracaso.
David Foenkinos ha sabido describir muy bien esa psicología
de un niño de 10 años que llega a ser mayor sin poder haber superado nunca esa
gran desilusión, en un lenguaje claro, real, y con una delicadeza extrema como
intentando no reavivar el dolor de Martin Hill.
El final es impensable y todo fruto de las coincidencias de
la vida, pero nos da una lección de humanidad y de que la fama no es tan
extraordinaria como creemos.
Comentarios
Publicar un comentario