LAS UVAS DE LA IRA
JOHN
STEINBECK
Premio Pulitzer de ficción 1940.
Hacer una reseña de una novela tan importante es tarea
ardua. Lo leí hace muchos años cuando cursaba secundaria y no supe ver en
aquellos momentos, la gran novela que tenía delante. Ahora ya, en más de la
mitad de mi vida, habiendo vivido penurias y la emigración en carne propia, he
podido leerlo con otra mirada y con la calma que te otorga la edad.
Es uno de los grandes
clásicos de la literatura norteamericana. John Steinbeck en esta novela nos
relata el duro camino que tiene que recorrer la familia Joad, como tantas otras
familias que tuvieron que emigrar de Oklahoma, desahuciados de sus tierras por
la quiebra del crack bursátil de 1929, obligados a buscarse un medio de sustento
y porque no un futuro mejor. Se dirigirán a California movidos por una
publicidad falsa de prosperidad y de trabajo, una publicidad engañosa, para que
millones de agricultores, dejaran sus tierras que cultivaban desde hacía varias
generaciones, y ahí llega la gran trampa: a mayor número de emigrantes y todos hambrientos,
se verán abocados a trabajar y vivir en condiciones infrahumanas por un trozo
de pan, reventando así los precios de los salarios mínimos en América. Será un
camino lento, cansado, depresivo, lleno de penurias. Tendrán que cruzar casi
todo un país con poco dinero, con un coche que no saben si va aguantar o no el
viaje, pero lo que les mueve es esa fe en poder prosperar en otro lugar. Sueñan
con los vergeles de California, soñar con una casita blanca y porque no llegar
a tener un día una pequeña porción de tierra para cultivar.
Pero yo quiero hacer hincapié en, para mí, el más bello
personaje de la novela. Mama Joad.
En La familia Joad como en todas las familias de
Norteamérica de aquella época, mandan los hombres, a cuclillas y en un círculo
con las mujeres de pie detrás de ellos decidirán cómo organizar este viaje.
Pero en el transcurso del camino algo cambiará la figura materna, pasará a ser
la líder del clan, cosa impensable en otro momento de sus vidas y Mamá Joad se
convertirá en la luz, con su humanidad, ayudando a los demás a pesar de no
tener nada, cuidando las tradiciones, cuidando de la familia y sobre todo
procurando que no se deshaga la familia. Para ella lo más importante es que
toda la familia esté unida, ella sabe que todos juntos pueden trampear todos
los obstáculos que van a encontrar en el camino que no serán pocos y serán muy
penosos. La ilusión ,
la fe y el cariño con
que Mamá Joad llevará a su familia, es
digno de mención: una mujer fuerte, una mujer carismática, una mujer dura, una
mujer cariñosa con sus hijos y su familia y con todos los vecinos de los
diferentes campamentos, dónde tendrán que ayudarse unos a otros si quieren
sobrevivir.
Es una novela llena
de sentimientos, llena de debilidades, donde flaquearán por el hambre y la
desilusión. Ella procurará que su familia no tome malas decisiones, apremiados
por las prisas y la inconformidad en su devenir diario. Mamá Joad sabrá remar en todo momento en las
aguas turbulentas que tendrán que vivir.
John Steinbeck con
una prosa exquisita, cruel, dura, reivindicativa ha conseguido una obra
maestra.
Y después de tanto sufrimiento Mama Joad, después de haber
perdido integrantes de la familia por el camino, sigue en pie ayudando a los
demás hasta el final.
Comentarios
Publicar un comentario