LA LUZ QUE NO PUEDES VER
ANTHONY DOERR.
Marie Laure, ciega desde su infancia vive en París, cerca del Museo de Historia Natural, donde trabaja su padre como cerrajero mayor. Marie Laure es un ejemplo de superación. Su padre le hace una maqueta en miniatura de todas las calles cercanas a su casa para que pueda moverse con seguridad y no perderse. Es un alma inquieta. Se interesará por todo lo relacionado con la temática del Museo. Además, leerá, en braille a Julio Verne con el libro de” Las veinte mil leguas de viaje submarino”, que le entusiasma.
Pero llega la segunda guerra mundial, y con el desembarco de
los alemanes en Normandía, huyen a
Saint- Malo, donde vive el abuelo de Marie Laure, llevándose consigo por orden
del director, una joya del museo, muy codiciada, para preservarla de los
saqueos.
Paralelamente, Werner,
un chico alemán vive, en un pueblo minero, en un orfanato, junto a su hermana pequeña,
sabiendo que su destino es trabajar en las minas. Pero su afición a las radios hará
que cambie el rumbo de su vida. Consigue arreglar una radio, se le da bien es
un manitas. En las noches largas en el orfanato, escuchan la radio y oirán una
voz en francés, que será el nexo entre los dos protagonistas.
Los alemanes llegarán a San Malo y Werner, ese niño, que ingresará
en una escuela militar se ganará con su pericia, la confianza de sus superiores
y será el encargado de las telecomunicaciones. Conocerá a Marie Laure y les unirá
la voz que escuchó Werner en su infancia: era la voz del abuelo de Marie Laure.
Es una novela ambientada en la guerra, sin poder obviar las
desgracias que acarrea, el relato se centrará en la historia en sí y como la
viven los protagonistas.
La historia relatada en capítulos cortos va alternando
tiempo y lugares de los dos protagonistas, pero no pierde el hilo.
Una novela tierna, en la que uno puede recorrer y palpar con
Marie Laure la maqueta; en la que uno puede imaginarse a Werner desmontando y
volviendo a montar las radios.
También esta el misterio de la piedra, por la que el padre
de Marie Laure pasara malos tragos para no ser descubierto.
Es una novela
adictiva pero lentamente, sin prisas con esa prosa sencilla y poética, en la
que te deja descubrir por ti mismo, las sensaciones y los sentimientos de los
personajes.
Recibió el premio Pullitzer de ficción en el 2015.
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