COMO AGUA PARA CHOCOLATE
LAURA ESQUIVEL
La novela se nos presenta en doce capítulos, el título de cada uno de ellos es un mes y una receta, corresponde a un momento importante en la vida de Tita.
Tita, al poco tiempo de nacer, se queda
huérfana de padre. Crece entre los fogones al cuidado de Nacha, la cocinera del rancho donde ella vive. Recibe de ella todos los secretos de la cocina
mexicana.
"Dicen que Tita era tan sensible que desde que estaba en el vientre de mi bisabuela lloraba y lloraba cuando esta picaba cebolla..."
Tita se enamora ciegamente de Pedro y pasará toda su vida anhelando este amor. Tita es la menor de tres hermanas, que, por la tradición, es obligada a no casarse y a quedarse a vivir con su madre para cuidarla hasta el fin de sus vidas.Su madre la maltrata sicológicamente y no tolera que no acepte seguir la tradición.
Pedro se casará con Rosaura, su hermana para estar cerca de Tita. Tita cuidará del primer hijo de Pedro como si fuera suyo. Incluso lo amamanta a escondidas, sin saber por qué a ella le sube la leche y a Rosaura no. Pedro y Rosaura se mudarán a vivir lejos de la familia y Tita enfermará al saber que, por falta de comer, el niño Roberto muere. Se vuelve loca y arremete contra su madre, culpándola de la muerte del niño. John el médico de la familia, la salva del manicomio, se la lleva a su casa y la cuida y la quiere como si fuera su mujer. Crece un amor sano, pero ella sigue queriendo a Pedro.
Tiene tanta maestría en seguir al pie de la letra las recetas de Nacha que,
incluso después de muerta ella, sigue elaborando las recetas con la misma delicadeza
como lo hacía Nacha. Es tanta la pasión que pone en la cocina que se convierte
en su refugio y las recetas son el espejo de lo que siente en el alma. Tita se
esconde en su cocina para liberar sus sentimientos, de rabia, de sentirse
presa, de no poder querer a quien ama y eso repercute en la manera de cocinar. La
tristeza que la invadió al estar preparando la comilona para la boda de
Rosaura, era tan grande que sus lágrimas derramadas sobre los platos, convirtieron
la fiesta en una vomitona colectiva. Cuando después de la muerte de Nacha, ella
se convierte en la cocinera de la familia. Pedro le regala un ramo de rosas,
porque esta triste y sola. Su madre le dice que tire las flores, entonces Nacha
se le aparece y le explica una receta hecha con pétalos de rosa, el plato de
codornices se convertirá en elixir afrodisíaco.
Podría ser una novela costumbrista de México, pero es una novela de realismo mágico donde pueden más los sentimientos, lo que el alma anhela, lo que los ojos no ven, sin desmerecer que las costumbres que hace de esa época están plenamente bien retratados.
Dicen los críticos que es una de las novelas de este género comparable a “Cien años de soledad” de García Márquez.
¡Cómo se puede remover tanto la conciencia y hacer sentir tanto en tan sólo ciento cuarenta y cinco páginas! Con esa sencillez en las palabras y esa prosa tan exquisita.
Ha sido una lectura apasionada. Para mí una joya de la literatura mexicana.
No sabía que habías leído "Como agua para chocolate", lo tenía en la lista de posibles para el club. ¿Lo recomiendas?
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