LA COCINERA
COIA VALLS
Sabéis cuándo cae en tus manos un libro, que no conoces ni a
la autora, ni cómo escribe, pero sientes un cosquilleo en el estómago. Pues eso
me pasó con Coia Valls os preguntaréis por qué. Es muy fácil, el título del
libro os lo dirá. De profesión soy cocinera. Y de dónde es la autora me llamó
la atención, es de Reus, un pueblecito cerca del mío, en Tarragona. Nunca imaginé
que sería así la lectura. Me cautivó desde el primer momento.
Una niña Constanza Clave
se queda huérfana y tiene que viajar de Lima a Barcelona, allá sobre el año
1770, para reunirse con sus abuelos. No sabe muy bien que le deparará el futuro,
pero su única ilusión es convertirse en una cocinera renombrada. Su único
bagaje, pero no por ello menos importante, es que lleva en su alma las texturas
y los sabores aprendidos en Lima, de su maestro, chef de cocina muy reconocido Antoine
Champel.Por ser mujer y joven encontrará muchas trabas en el transcurso de
su vida para llegar a su meta tan deseada: llegar a ser reconocida como chef.
Pero es tan intenso su deseo y tan bien aprendidas las recetas del libro, que
le queda de Antoine que vivirá todos y cada uno de esos días para conseguirlo. Yo
lo titularía amor, sabor, olor y color. Siente amor por todo lo que hace, huele
todo lo que tiene que utilizar, mima y cuida los ingredientes. Hay momentos de erotismo cuando su cuerpo se
mueve al ritmo de la melodía que les dictan las recetas. Es una gran
improvisadora, mezcla dulce con salado con una maestría digna de un chef.
“A nadie de la casa le extrañó que la cocinera trabajara con
flores; tenía una buena colección de flores comestibles. Utilizaba la rosa y la
violeta para aromatizar los vinos, rebozaba flores de calabacín y adornaba ensaladas
con pétalos de pensamientos. Estaba convencida que las flores ,además de hacer
los platos más atractivos, aportaban frescura y nuevos sabores y estimulaban
los sentidos.”
Paulo Coelho:” Nadie
está a salvo de las derrotas, pero es mejor perder algunos combates en la lucha
por nuestros sueños, que ser derrotado sin saber siquiera por qué se está
luchando”
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