LA CATADORA DE HITLER
V.S ALEXANDER
Me intrigó tanto el título que me recomendó mi amiga Homeo, ferviente lectora como yo. que me animé a leerlo, sin saber
realmente el significado de la palabra “catadora”.
Es la historia mitad autobiografía, mitad ficción de una de
las catadoras, que tuvo Hitler: mujeres encargadas de “catar” todos los platos
listos para servir, para controlar que no le envenenaran, poniendo su vida en peligro
con cada bocado que daban.
Margot, con este relato, se confiesa con el fin de encontrar
paz en los últimos días de su vida.
En la novela, Magda Ritter, hija de alemanes, uno de tantos
adversos al régimen del Reich, cuando caen las primeras bombas de los Aliados
sobre Berlín, deciden mandarla con unos tíos que son nacionalsocialistas al
este de Alemania. Ellos, gracias a sus contactos, le conseguirán un “buen empleo”.
Magda no tiene ni idea de cómo afectará este empleo a su vida cotidiana.
Después de una larga y metódica preparación mental y
aprendizaje de los olores y sabores de los “venenos”: setas venenosas, cianuro,
y otros posibles ingredientes venenosos, se convertirá en una de las mas
apreciadas catadoras del führer.
Su vida dará un giro tremendo cuando conoce a Karl Weber, un
SS de los más fieles a Hitler, del que se enamora. Karl es uno de los miembros
de una conspiración contra Hitler, una de tantas que querían la muerte del fürher.
Con el descubrirá todas las barbaridades que hizo de Hitler, el hombre más
malvado de la historia de Alemania, y que la mayoría de los alemanes
desconocían. Me chocó la pobre personalidad,
mujer ingenua con pocas ideas políticamente firmes, que demuestra Magda, dejándose
embaucar tan fácilmente para apoyar el plan diabólico, que le propone su amado.
Magda se ganará la confianza de los fieles al fürher
desempeñando bien su trabajo: la cocinera jefa, que la apreciará y la cuidará
siempre, la amistad que le profusa, Eva, la amiga de Hitler. Eso le permitirá
moverse con total libertad por todos los lugares secretos donde se esconderá
Hitler durante toda su vida, formando parte del sequito de servidores fieles.
Primero irá al refugio de Berghof, un lugar idílico, como
cualquier lugar de descanso en las montañas de los Alpes. Luego, los llevaran
al laberinto de la guarida del lobo, cuartel general en Prusia, y al final al
bunker en Berlin. En todos estos refugios parecen vivir como viviría cualquier
familia importante, con sus fiestas y su vida cómoda, como si fuera de esos
muros no se estuviera viviendo los horrores de una de las guerras mas importantes
de la historia.
¿Quién mató a Hitler, Una pregunta muy controvertida y
discutida por todos los historiadores de todas las épocas? Y ella, Margot desempeñará
un papel muy importante convirtiéndose en una ficha clave.
Es una novela, sencilla, muy amena, cortita, pero te engancha.
Es como un thriller encubierto.
“Imaginé los alimentos sobre una mesa y cada mujer probando
un solo platillo. Si una moría, otra podría tomar su lugar, quizá en no más de
una hora, como en una especie de cadena mortífera. Cada muerte contabilizaría
como un triunfo para Hitler, como un sacrificio por el bien del Reich.”
Una reseña perfecta. Me ha encantado.
ResponderEliminarUn libro lejos de mis gustos literarios que me ha hecho recapacitar sobre Hitler. ¿Cómo una persona tan cobarde que contaba con mujeres catadora de sus alimentos expuestas al peligro de muerte por envenenamiento, a dobles que sufrieron intentos de asesinato, que cuidaba su alimentación hasta el límite pudo suicidarse? Un personaje que jamás se responsabilizó de sus actos, un loco que culpó al pueblo y a sus mandos de su derrota, alguien con este perfil puede quitarse la vida?. Muchos militares a su mando huyeron hacia Sudamérica y otros países. Busqué en Internet noticias periodísticas que rastrearon su supuesta huida, después de un final jamás aclarado y encontré un nuevo argumento real o ficticio muy intrigante que despertó mi curiosidad y sentimientos negativos ante la injusticia que supone que grandes criminales escapen de la justicia viviendo en la opulencia el resto de sus vidas,como los científicos nazis rescatados por las naciones poderosas. La realidad siempre supera a la ficción.